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Revista Médica Electrónica 2007;29 (1)
HOSPITAL PROVINCIAL CLÍNICO-QUIRÚRGICO DOCENTE: JOSÉ RAMÓN LÓPEZ TABRANE.MATANZAS. SERVICIO DE NEUROCIRUGÍA
Eminente neurocientífico cubano: Dr. José Antonio Valdés Anciano (1867-1923).
Eminent cuban neuroscientist: Dr. José Antonio Valdés Anciano (1867-1923).

AUTORA

Dra. Letier Pérez Ortiz.
E-mail: letier.mtz@infomed.sld.cu

Especialista de II Grado en Neurocirugía. Profesora Asistente.

RESUMEN

Cuba ha sido una tierra pródiga en el aporte de hijos ilustres en el campo de las ciencias y las artes. En Matanzas, culta provincia de la Isla considerada La Atenas de Cuba, han existido múltiples personalidades de las Ciencias Médicas consideradas relevantes desde el punto de vista científico.
A fines del siglo XIX y principios del XX descolló en la Mayor de las Antillas el nombre de José Antonio Valdés Anciano, uno de los médicos más eruditos de la época. Fundador y Profesor Titular de la Cátedra de Patología y Clínica de las Enfermedades Nerviosas y Mentales de la Universidad de La Habana, Académico de Número de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y miembro de prestigiosas sociedades científicas nacionales e internacionales.
Motivados por conocer la vida profesional de este neuro-psiquiatra matancero consultamos fuentes bibliográficas y documentales ubicadas en prestigiosas instituciones provinciales y nacionales, intentando aproximarnos al camino dejado por un auténtico defensor de las neurociencias.
Esperamos que nuestro trabajo motive a médicos amantes de la historia a profundizar en la vida de nuestros maestros, forma útil y hermosa de acercarnos a ellos en nuestro afán de imitarlos y superarlos.

DeCS :

NEUROCIRUGÍA/
historia
HISTORIA DE LA MEDICINA
CUBA

INTRODUCCIÓN

El siglo XIX ha sido considerado por historiadores y sociólogos como el siglo de oro de la cultura cubana. En ese período, la ciudad de Matanzas adquirió personalidad propia, al punto de que su desarrollo económico, social, histórico y cultural le valió el más hermoso y perdurable de sus sobrenombres: Atenas de Cuba. (1)
Los médicos matanceros de aquella época fueron hombres de reconocido talento, pertenecientes a las principales sociedades e instituciones y con importantes publicaciones que han trascendido en el tiempo, siendo todavía fuente de consulta o cita obligada en la realización de investigaciones médicas.
José Antonio Valdés Anciano fue uno de estos hombres, considerado entre los primeros neurólogos de América, nació en Matanzas, Cuba, en 1867 y se mantuvo trabajando en las neurociencias hasta su temprano fallecimiento a la edad de 55 años.
Motivados por conocer la vida profesional de este neuropsiquiatra cubano nos dimos a la tarea de consultar fuentes bibliográficas y documentales existentes, con la esperanza de aproximarnos a la vida y obra de un defensor auténtico de las Ciencias Neurológicas.

DESARROLLO

A las 7:00 p. m. del 31 de marzo de 1867, en la calle San Ignacio No. 58 de Pueblo Nuevo, en la Ciudad de Matanzas, Cuba, nació José Antonio Félix de La Caridad Valdés y Anciano, fruto de la pareja de modesta posición económica constituida por el asturiano Juan Manuel Valdés y Dominga Anciano, natural de Cárdenas. (2)
Bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Pueblo Nuevo el 18 de mayo de 1867 por el presbítero Calixto Pérez Martínez, sus padrinos Gerónimo P. Tuero y Dolores Anciano se encargaron de que el niño tuviera una educación acorde a los principios de la época.
Comenzó sus estudios en el colegio El Porvenir, en la ciudad de Matanzas, propiedad de los profesores Antonio Luis Moreno y Nicanor A. González. El bachillerato lo cursó en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana de donde egresó en septiembre de 1882, según consta en su expediente (3) y aunque el titulo le fue expedido con retraso (30 de abril de 1883), matriculó el propio curso 1882-1883 en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales de la Universidad de La Habana, Cuba, a la edad de 15 años con la idea de hacerse médico.
Terminó la carrera de Medicina el 17 de septiembre de 1888 con notas de sobresaliente y obtuvo el título de Licenciado en Medicina y Cirugía también con demora, pues no le fue expedido hasta el 13 de enero de 1892. (4)
Tres años más tarde, el 18 de julio de 1895, nació su primer hijo José Ramón Valdés Anciano Mac Donald, quien también llegó a ser Profesor Titular de la Cátedra de Patología y Clínica de las Enfermedades Nerviosas y Mentales de la Universidad de La Habana, (5) en virtud de su unión con Ana María MacDonald, con la que tuvo dos hijos y quien lo acompañó hasta su temprano fallecimiento a la edad de 55 años.
Desde 1892 y hasta 1904 se desempeñó como médico de visitas del Hospital Santa Isabel y San Nicolás, ubicado en la barriada de Versalles, en la Ciudad de Matanzas, considerado actualmente el más antiguo hospital de Cuba. (5,6)
En ese hospital realizó importantes observaciones clínicas de pacientes con patologías neurológicas y desde allí redactó sus primeras publicaciones; ganó prestigio y fue constantemente consultado por amigos y colegas afanados en el estudio y la superación científica.
Se conoce acerca de su amistad con personalidades como Domingo L. Madan, Vicente Tomás Coronado, Julio Ortiz Coffigny, Alfredo Carnot y Filomeno Rodríguez Acosta (5,6). Desde entonces comenzó a desarrollar su extensa biblioteca médica particular, la que con posterioridad llegó a tener más de 32 000 referencias y fue reconocida como una de las mejores de Cuba y la más completa en fuentes documentales relativas a las enfermedades neurológicas. (2,5-8)
El 22 de mayo de 1897 solicitó ser admitido como Miembro Corresponsal de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana. Fue aprobado el 13 de junio del propio año y 10 días más tarde envió una carta de agradecimiento al Presidente de la Academia , la cual se puede consultar en su expediente de Académico de Número ubicado en el Archivo Histórico del Museo de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay en la Ciudad de la Habana, Cuba. (9)
Durante la etapa de reconcentración desatada por el genocida Valeriano Weyler y Nicolau, fue Director facultativo del Asilo-Hospital de niños San Vicente de Paúl, primero de ese tipo que hubo en la Isla. En el período de la ocupación militar norteamericana fue primer teniente cirujano del ejército de los Estados Unidos y posteriormente fue nombrado Jefe de Sanidad en Matanzas, cargo que nunca había sido otorgado a ningún cubano durante el bienio 1899-1900 (7,8).
En 1901 se le seleccionó para integrar la membresía del Instituto de Fiebre Amarilla del Marine Hospital Service (2,5-8) y, desde octubre de 1900 en que se fundó la Escuela de Enfermeras hasta 1904, llevó a cabo allí un meritorio trabajo docente. Fue además Médico Auxiliar del Sanatorio de la Colonia Española y se dice que fungió como bibliotecario del Centro Médico Farmacéutico de Matanzas, misión que después desempeñó en la Facultad de Medicina de La Habana por decisión unánime de su claustro profesoral.
Sobre él dijo el doctor Juan Santos Fernández y Hernández (1847-1922) :
... No es posible llegar a alcanzar superioridad o perfección en una rama de las ciencias, sin presuponer en la persona que lo haya conseguido, aparte de sus facultades intelectuales, una extremada dedicación al trabajo y una perseverancia a prueba de todas las dificultades. (10)
Pepe Valdés o sencillamente Pepe, como le decían sus amigos más allegados, era ya un prestigioso y consagrado médico cubano cuando decidió, en pleno gobierno de Tomás Estrada Palma, abandonar su casa de San Miguel No. 117 B en Matanzas y radicarse en la capital del país en agosto de 1904.
El 21 de septiembre de 1904 optó por el título de Doctor en Medicina y le asignaron un difícil tribunal integrado por los doctores Gabriel Casuso como Presidente, Francisco Grande Rossi como Secretario y Manuel G. Lavín como Vocal. Pasó el examen y recibió el título el 5 de octubre de 1904 (3,10). Ese mismo año fue aceptado como médico de visitas del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes y del Hospital Número Uno, sin dudas los más importantes de la Isla en esa época. (5)
Gracias a las amenas anécdotas del médico y educador matancero doctor Mario E. Dihigo (1895-1978), en su libro Recuerdos de una larga vida, se supo que Valdés Anciano fue profesor de la Facultad de Medicina con magníficas relaciones con los estudiantes y profesores. Dihigo lo cita como uno de los que más lo apoyaron en la puesta en circulación de la Revista de la Asociación de Estudiantes de Medicina. (11)
Entre 1904 y 1905 dictó un Curso Complementario sobre Enfermedades Nerviosas y Mentales, el primero de este tipo impartido en Cuba, el cual sirvió de pauta a la Cátedra que posteriormente lo tendría de fundador y profesor titular. Del 9 al 15 de enero de 1905 formó parte de la comisión encargada de los preparativos para organizar en Cuba la Junta Anual de la Asociación Americana sobre Publicaciones de la Salud, realizada en La Habana en esa fecha.
El 22 de enero de 1905 solicitó la vacante dejada por el Dr. Julio San Martín en la Academia de Ciencias Médicas Físicas y Naturales por su fallecimiento y el 10 de marzo del propio año pasó a ser miembro numerario junto al Dr. Felipe García Cañizares, ocupando la primera y tercera sesión de medicina respectivamente (12).
El prestigio de Valdés Anciano fue cobrando mayor dimensión a medida que el tiempo pasaba. Desde 1905 formó parte de la Junta de Patronos del Hospital Mercedes como vocal. Participó además en varios tribunales para la oposición a las Cátedras de Clínica Médica y a la de Enfermedades de la Piel y Sífilis de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana (12). Fue Miembro Titular de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana e integró el Comité de Redacción de la Revista Médica Cubana, donde publicó varios trabajos científicos (13).
El 27 de enero de 1906 lo hicieron Miembro Honorario de la Sociedad de Medicina Mental de Bélgica y en abril del mismo año pasó a ser el único médico de América Latina Miembro Correspondiente de la Sociedad Neurológica de Filadelfia.
Cuando el 12 de julio de 1906 se creó la Cátedra de Patología y Clínica de las Enfermedades Nerviosas y Mentales de la Universidad de La Habana que comprendía dos plazas, una de Profesor Titular y otra de Profesor Auxiliar, (5) Valdés Anciano optó por la primera y la obtuvo después de realizar un brillante ejercicio de oposición. Como Profesor Auxiliar fue nombrado el Doctor Armando de Córdova de Quesada (4,5, 13). Ya antes había presentado una bibliografía sobre enfermedades nerviosas con más de 14000 referencias.
Se dedicó a la Neurología a pesar de que en aquellos años era considerada la más difícil especialidad clínica y sobre la que poco se sabía. Se destacó por cumplir con una frase que siempre defendió: El médico tiene que hacer diagnóstico y demostró la necesidad de enseñar esta especialidad.
En 1909 pasó a ser miembro de la Sociedad Clínica de Medicina Mental de París y, en noviembre de 1910, Miembro Asociado Extranjero de la Sociedad Médico-Psicológica de la misma ciudad. Integró la Gran Sociedad de Medicina de los Hospitales de París y sus trabajos científicos fueron publicados en Cuba y en el extranjero. Algunos de ellos se leyeron en las mejores agrupaciones médicas del mundo (14,15).
En agosto de 1912 participó en un importante Congreso Internacional sobre Tuberculosis en Barcelona, España. En sus prioridades investigativas descollaron los siguientes trabajos:

La distrofia muscular de forma pseudohipertrófica (1895).
La osteítis deformante o enfermedad de Paget (1903).
La adiposis dolorosa o enfermedad de Dercum (1904).
Enfermedad de Friedreich (1904).
Nueva teoría sobre la estrechez mitral funcional (1912).

Este último trabajo lo hizo en colaboración con el eminente cardiólogo matancero Filomeno Rodríguez Acosta, a quien Valdés Anciano ayudó en su aspiración de entrar como Miembro Correspondiente a la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana al proponerle a su Presidente que tuviera en cuenta todos los trabajos realizados por él, así como su desempeño profesional en la ciudad matancera. El 28 de noviembre de 1913 le envió una carta con los trabajos del doctor Rodríguez Acosta, en la que solicitó su ingreso en calidad de miembro corresponsal. (9)
El principal mérito de la amplia bibliografía del doctor Valdés Anciano fue lo original de sus observaciones clínicas; algunas de ellas fueron las primeras en Cuba e incluso en el mundo.
En mayo de 1914 se enfermó con una laringitis aguda, razón que lo llevó a solicitar varias licencias por enfermedad en los años siguientes. Entre 1916 y 1918 viajó con frecuencia a los Estados Unidos de América y en 1920 pidió un año de permiso para poder ampliar en el extranjero sus estudios sobre enfermedades nerviosas. Durante este tiempo fue sustituido por el Doctor Armando de Córdova. (4)
A sólo un mes de su fallecimiento solicitó un año de licencia por enfermedad. En ese tiempo permaneció en su residencia y consultorio ubicado en Prado 20, Ciudad de La Habana, Cuba (13) donde dejó de existir a las 4.00 p. m. del miércoles 21 de marzo de 1923.
Su entierro fue el día siguiente a las 4:00 p.m. Centenares de amigos y pacientes acompañaron a su esposa e hijos desde la casa mortuoria hasta el cementerio de Colón, a pesar de la lluvia que caía.
El certificado de defunción No. 567(Tomo 32, Folio 571) fue expedido por el Juzgado Municipal del distrito Norte de La Habana. Según consta en la página 615 del libro 107 del Departamento de Archivo de la Necrópolis de Colón. La causa de muerte fue una arritmia cardiaca. Sus restos reposan desde entonces en el cuartel Sureste cuadro 3 de la zona tercera de esa necrópolis habanera.
En el acta de la sesión pública ordinaria de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, celebrada el 6 de abril de 1923, su entonces presidente, el Doctor José Antonio Presno Bastiony (1876-1953), dio cuenta del fallecimiento de Valdés Anciano, así como de su activa participación en las tareas de esa institución. En señal de duelo propuso suspender la sesión. (16-9)
Hermosas resultaron las palabras de su amigo y colega el doctor Ángel Arturo Aballí Arellano (1880-1952) en la sesión de la Academia que tuvo lugar el 23 de mayo 1923, en cumplimiento de la petición del Presidente y lo dispuesto por el inciso e del artículo XXII del nuevo Reglamento de la institución sobre la realización del discurso necrológico del eminente científico fallecido con sólo 55 años.
Al comienzo de su intervención Aballí resaltó:
/.../ En ningún momento hubiera sido más necesario que en éste el poseer otras condiciones que las mías; porque el homenaje que rendimos esta noche requería una mayor preparación del disertante para que sus frases fuesen como flores que cayesen sobre la tumba del sabio desaparecido y que a una manera de epitafio recordasen a las generaciones futuras el gran papel que en nuestro medio social y médico desempeñó el Dr. José Antonio Valdés Anciano, y para ello se requieren las mayores galas de la retórica y la frase bella de los príncipes de la palabra /.../ . (14)
Tanto significó Valdés Anciano para la comunidad médica cubana (19), que no obstante su ausencia en Matanzas desde principios de siglo sus colegas de la revista MÉDICA, la más prestigiosa publicación matancera de las ciencias médicas en todos los tiempos, dedicaron todas las páginas del número 3 del volumen 3 de 1923 a este hijo ilustre de Cuba, que fue sin dudas uno de los médicos más eruditos de su época. Esa entrega especial comienza con un In Memoriam de Mario E. Dihigo que dice:
/.../ Matanzas ha perdido a uno de sus preclaros y amantes hijos, de ésos que han sentido siempre gran cariño por su ciudad natal. Ni sus ocupaciones ni las distracciones de una gran ciudad, ni los varios años que vivió lejos de nosotros impidieron que frecuentemente nos visitara y nos acogiera con su benevolente amistad y nos aconsejara con su ilimitada experiencia /.../. (7)
En su expediente de Académico aparece una carta de lamentación por su fallecimiento, enviada por el Cuerpo Médico Farmacéutico Dental de Santa Clara. También hay constancia de una solicitud de datos sobre la vida del profesor enviada por la señora Ela María Calienes y Rodríguez para redactar una biografía del mismo con fecha del 27 de abril de 1956.
A continuación se expone una relación de las publicaciones científicas del doctor Valdés Anciano que se han localizado hasta el momento:

1.-Consideraciones sobre un caso de distrofia muscular de forma pseudohipertrófica. Crónicas Médico-Quirúrgicas de La Habana 1895; 21:261.
Contiene 4 grabados. Este caso fue presentado a la Asociación Médico Farmacéutica de Matanzas y constituyó la primera observación de este tipo publicada en la Prensa Médica Cubana.

2.- Enfisema generalizado de carácter familiar. Nota clínica presentada por el Dr. L. Gaillard en nombre del autor en la Sociedad Médica de los Hospitales de París en 1896. Constituyó la única observación de este tipo hasta ese momento. Primer trabajo de un médico cubano leído en tan prestigiosa Sociedad.

3.- Acromegalia en un negro de 14 años. Presse Medicale. París 1897. Contiene 3 grabados y constituyó el caso más joven hasta entonces reportado con acromegalia.

4.- Un caso de bronquitis seudo-menbranosa, estafilocóccica, sin bacilos de Loeffler, tratado con éxito por el suero de Roux.Presentado ante la Sociedad Médica de los hospitales de París en 1897. Hizo que posteriormente el Dr. Gaillard lo considerara el primer médico en el mundo que había aplicado con éxito el suero antidiftérico a otra enfermedad que no fuera la difteria.

5.- Dos trouvailles de la clínica: I- Enfermedad de Paget
II- Osteo-Artropatía hipertrofiante pnéumica de Pierre-Marie. Revista Médica Cubana (Rev Med Cubana) 1903; Tomo II: 245.

6.- Esclerosis lateral amiotrófica de larga duración. Rev Med Cubana 1903; Tomo II: 300.

7.- Consideraciones sobre un caso de ataxia espinal aguda no tabética. Rev Med Cubana 1904; Tomo III: 3. Revista Iberoaméricana de Ciencias Médicas de Madrid 1903

8.- Sobre un caso de hemiplejía urémica. Rev Med Cubana 1904; Tomo III: 75. Medical Bolletin of Philadelfia 1903.

9.- Enfermedad de Friedreich y miopatía pseudohipertrófica coexistentes en un mismo individuo.Rev Med Cubana 1904; Tomo III: 125. Primer caso publicado en Cuba y única observación hasta entonces conocida de la coexistencia de las 2 afecciones en un mismo individuo.

10.- Adiposis dolorosa o Enfermedad de Dercum. Rev Med Cubana 1904; Tomo III: 287. Primera observación publicada en Cuba.

11.- Miastenia Pseudoparalítica. (Síndrome de Erb-Goldflam) Rev Med Cubana 1904; Tomo IV: 301. El Dr. Guiteras había observado un caso antes, pero no lo había publicado.

12.-Siringomielia tipo Morvan, con parálisis facial doble. Rev Med Cubana 1905; Tomo V: 36.

13.-Conferencias del Hosp. No. Uno: Varios tipos de atrofia muscular progresiva:Tipo Aran-Duchenne, Tipo Leyden-Mobius, Tipo Charcot-Marie y meningoencefalitis sifilítica. Archivos de la Policlínica. Hospital No. Uno. La Habana 1905.

14.- Corea blanda de larga duración. Rev Med Cubana 1905; Tomo V: 93.

15.-Un caso de jaqueca oftalmopléjica. Rev Med Cubana 1905; Tomo V: 209. Trabajo presentado junto al Dr. Grande Rossi en el Primer Congreso Médico Nacional en Mayo de 1905.

16.- Sífilis del Sistema Nervioso. Presentación de varios tipos clínicos. Reflejo paradoxal cruzado. Rev Med Cubana 1906; Tomo VIII: 95. En colaboración con García Casariego Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana (Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab) 1906; 42: 325-27.

17.- Trofoedema crónico pseudoelefantíasico en un negro acromegálico. Rev Med Cubana 1906; Tomo IX: 15. Caso único. Coincidencia hasta entonces no descrita por ningún médico.

18.- Un nuevo caso de clonus circunscrito de los dedos del pie. Trabajo leído en la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana.1906 Rev Med Cubana 1906; Tomo IX: 45.

19.- Mielitis de origen probablemente blenorrágico. Trabajo leído en la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana.1907

20.- Caso típico de Corea eléctrica. Trabajo leído en la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana.1908

21.- Tumor sarcomatoso primitivo del vértice del pulmón izquierdo. Nota Clínica. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1908; 44: 419,448.

22.- El Dr. Julio San Martín. Discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1908; 44: 656-61.

23.- Informe sobre el Dr. Santiago Ramón y Cajal Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1908; 44: 719-21. En colaboración con el Dr. T. Vicente Coronado

24.- Discusión sobre el Informe del Dr. Coronado La impotencia como causa de divorcio. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1908; 45: 175-80.

25.- La Neuropatología y su enseñanza. Rev Med Cubana 1909;Tomo XV: 1-7

26.- Hemiplejía medular de origen traumático. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1910; 46: 488-90.

27.- Estrechez mitral; estrechez mitral funcional. Rev Med Cubana 1912; Tomo XXI: 61. En colaboración con el Dr. Filomeno Rodríguez Acosta.

28.- Informe sobre la causa de una hemiplejía. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1920; 56: 175-7.

CONCLUSIONES

Resaltar la vida y obra de una personalidad de las Ciencias Médicas de nuestro país, defensor y amante de la neurología, es un deber grato y placentero.
Hay médicos cubanos del siglo XIX y XX que resaltaron por su dedicación profesional, siendo ellos mismos una escuela para los jóvenes estudiantes de Medicina de hoy.
José Antonio Valdés Anciano perteneció a las principales sociedades científicas de la época y descolló como un brillante clínico conocedor de la neurología y la psiquiatría, especialidades que en aquellos años no tenían muchos seguidores.
Fue Profesor Titular y Fundador de la Cátedra de Patología y Clínica de las Enfermedades Nerviosas y Mentales de la Universidad de La Habana desde 1906 hasta 1923 en que a sólo 10 días de cumplir 56 años falleció, dejando una extensa bibliografía médica que todavía sirve de material de consulta de clínicos y neurólogos por lo trascendente de sus observaciones y descripciones clínicas.
Hombre de gran cultura médica, tenía como de él dijo Domingo L. Madan buen corazón y mejor cerebro, siendo considerado por muchos, el médico más erudito de su época.

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Gregorio Delgado García y al Lic. José Antonio López Espinosa por las sugerencias y recomendaciones en la realización del trabajo. A la Lic. Sonia Montes de Oca, amiga e historiadora por sus sugerencias.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Cabrera M. ¿Permanencia de la Atenas de Cuba? Rev. Artística y Literaria de la Atenas de Cuba. Matanzas 2000 ; 4: 3-7.
  2. Rodríguez L. El Dr. José Antonio Valdés Anciano. Prócer de la medicina cubana. Bohemia 1967; 59(13):63-5.
  3. Expediente de estudios No. 14092. José Antonio Valdés Anciano. Archivo Histórico de la Universidad de La Habana, Cuba.
  4. Expediente Administrativo No. 121. José Antonio Valdés Anciano. Archivo Histórico de la Universidad de La Habana, Cuba.
  5. Delgado G. Desarrollo histórico de la Cátedra Patología y Clínica de las Enfermedades Nerviosas y Mentales de la Universidad de La Habana 1906-1961. Cuad Hist Salud Pública 1998; 84:79-100.
  6. Delgado G, Valdés Anciano JA. (1867-1923). Minibiografía para el Diccionario Biográfico Médico Latinoaméricano.
  7. Dihigo y Llanos ME. In memorian. Rev Med Cir 1923;3: 51-71.
  8. De la Tejera del Pino I. Un neopoblano destacado. Dr. José A. Valdés Anciano. El neopoblano. La Habana:Boletín Parroquial; 2000.
  9. Expediente del Académico Dr. José A. Valdés Anciano. (s/n), Archivo Histórico del Museo de Historia de Las Ciencias Carlos J. Finlay; Cuba.
  10. Santos Fernández J. El Dr. José A. Valdés Anciano. Contestación a su discurso de ingreso a la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1908; 44: 661-71.
  11. Dihigo Llanos ME. Recuerdos de una larga vida. Cuad Hist Salud Púb 1974; 60: 65-6.
  12. Le- Roy J, De La torre C. Elección de académicos de Número: Dr. José Antonio Valdés Anciano, Dr. Felipe García Cañizares y Dr. Carlos Moya. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1905; 41:374.
  13. Bustamante A. Rev Médica Cubana. La Habana 1906; IX:311.
  14. Aballí AA. Discurso Necrológico del Dr. José Antonio Valdés Anciano. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1923; 60:258-68.
  15. De la Torriente Brau Z. Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. (Índice Analítico1864-1958). La Habana ;1974.
  16. Le-Roy J, De La torre C. Acta de la sesión pública ordinaria del 6 de abril de 1923.Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1923; 59:384-9.
  17. Presno J A. El Dr. José Antonio Valdés Anciano. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1923; 59:390-1.
  18. Le- Roy J, De La torre C. Convocatoria sobre vacantes de Académicos de Número de la Sesión de Medicina, Odontología y Veterinaria, por fallecimiento de los Dres: J. A. Valdés Anciano y Julio F. Arteaga. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab 1923; 59:581.
  19. Dollero A. Cultura Cubana. La provincia de Matanzas y su evolución. La Habana;1919.

Leyenda explicativa de la foto

FOTO No. 1. Dr. José Antonio Valdés Anciano. 1867-1923. Eminente neuropsiquiatra cubano.

 

 

SUMMARY

Cuba has been a prodigal land in giving illustrious sons in the fields of science and arts. In Matanzas, cultivated province of the island, considered the Cuban Athens, there have lived several personalities of the medical sciences pondered as relevant from the scientific point of view.
At the end of the XIX century and the beginnings of the XX, the name of José Antonio Valdés Anciano stood out in the biggest of the Antilles . He was one of the erudite physicians of the epoch. He was a founder and Titular Professor of the Professorship of Pathology and Clinics of Nervous and Mental Diseases of the University of Havana , numeral Academic of the Academy of Natural , Physic and medical Sciences of Havana and a member of prestigious national and international scientific societies.
Motivated for knowing the professional life of this Matanzazan neuro-psychiatrist we consulted documental and bibliographical sources in prestigious national and provincial institutions, trying to approximate to the trace left by an authentic neurosciences defender.

MeSH Terms:

NEUROSURGERY/
history
HISTORIA DE LA MEDICINA
CUBA

 

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO

Pérez Ortiz L. Eminente neurocientífico cubano Dr. José Antonio Anciano 1867-1923. Rev méd electrón[Seriada en línea] 2007; 29(1). Disponible en URL:http://www.cpimtz.sld.cu/revista%20medica/ano%202007/vol1%202007/tema17.htm

 

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