Tema 15.- Elementos históricos de la Neurocirugía en Matanzas. Años 1920-1930

HOSPITAL CLÍNICO-QUIRÚRGICO DOCENTE “JOSÉ RAMÓN LÓPEZ TABRANE“
Elementos históricos de la Neurocirugía en Matanzas. Años 1920-1930
Historical elements of Neurosurgery in Matanzas- 1920-1930

 

AUTORA:

Dra. Letier Pérez Ortiz
Especialista de 2do. Grado en Neurocirugía. Profesora Asistente

  E-mail: letier.mtz@infomed.sld.cu


RESUMEN

La Neurocirugía es una de las especialidades médicas más antiguas. El primer reporte que hemos encontrado sobre una intervención neuroquirúrgica realizada en Matanzas, y por médicos locales, apareció en MÉDICA, revista mensual de Medicina y Cirugía matanceras, en el año 1922. El trabajo es del Dr. Jorge A. Trelles, quien de una forma didáctica expuso las características clínicas y pormenores de la operación realizada en el Hospital Civil a un paciente con una fractura deprimida de cráneo, el 19 de noviembre de 1921. Sus impresiones y puntos de vista son plasmados en nuestro trabajo. MÉDICA constituyó el principal exponente del quehacer profesional de los cirujanos de la época, fundamentalmente en su primer período de publicación, de 1921-1930. Reflejó de forma íntegra, entre otras actividades relacionadas con las Ciencias Neurológicas, la visita del Dr. William Sharpe, neurocirujano procedente de la ciudad de New York, quien visitó tierra yumurina en agosto y diciembre de 1925, dando muestras fehacientes de solidaridad y apoyo al desarrollo de la medicina cubana a través de conferencias, charlas, publicaciones, cartas e intervenciones quirúrgicas. Principal acontecimiento relacionado con el desarrollo de la cirugía del sistema nervioso central durante este período. Con este trabajo intentamos aproximarnos a la historia de la Neurocirugía en Matanzas, convencidos de que son nuestras raíces una garantía imprescindible en el camino al futuro.

DESCRIPTORES(DeCS):

NEUROCIRUGÍA/historia
HISTORIA DE LA MEDICINA DEL SIGLO XX

 

INTRODUCCIÓN

El descubrimiento de cráneos trepanados constituye una evidencia de esta práctica médica desde tiempos remotos. En nuestro país los reportes existentes sobre la realización de procederes neuroquirúrgicos a principios del siglo pasado son realmente escasos. Motivados por conocer la historia recorrida por esta especialidad en nuestra provincia, sus inicios, aciertos y desaciertos, decidimos consultar la publicación periódica de medicina matancera más tenaz y querida, “La Revista Mensual de Medicina y Cirugía” (MÉDICA), entre los años 1921-1930. (1)
MÉDICA ha tenido cuatro etapas de publicación. Un primer período que fue el de 1921-1930; el segundo, 1942-1954; y el tercero 1984-1990. Desde 1997 retoma su existencia mediante la “Revista Médica Electrónica”, con una salida trimestral en sus primeros números y actualmente bimestral a través de formato electrónico.
Se editó por vez primera el 1ro. de julio de 1921, teniendo como director al Dr. Mario Emilio Dihígo Llanos, subdirector: Dr. Oscart Forest Díaz y jefe de Redacción: Dr. Manuel J. Ponte. ( Anexo 1 )
El Dr. Dihígo (1895-1978), fundador de la revista, en el artículo “Profesión de Fe”, aparecido en la primera página del Volumen 1 Número 1, expresó su certeza de que la aparición de la misma contribuiría a estrechar las relaciones humanas y profesionales entre los médicos de la ciudad y, sobre ella, dijo:
“/.../ Guía sus pasos por la senda del compañerismo, convencida de que no siempre son los peores enemigos los de una misma profesión. Aspira a que las relaciones entre los médicos sean más que pura etiqueta y pretende servir de pretexto para que una mayor y más amplia inteligencia exista entre todos“. (1)
Es en esta etapa donde aparecen los primeros reportes sobre cirugía del Sistema Nervioso Central (SNC) en la ciudad, y nuestro recorrido por estos 10 años de publicación ininterrumpida fueron gratificantes y responsables de un placentero viaje en el tiempo, al que invitamos a todos los que amen la historia de la medicina local y quieran reforzar su sentido de pertenencia y entrega a esta ciudad, que tantos hombres y hechos ha visto crecer y desarrollarse.

DESARROLLO

El primer trabajo relacionado directamente con la Neurocirugía apareció en una fecha tan temprana como el año 1922. El Dr. Jorge A. Trelles, (Anexo 2) cirujano y quien fuera durante un tiempo Secretario de Redacción de MÉDICA, publicó en el Volumen 2 Número 5 (mayo 1922) el trabajo científico “Hemiplejia traumática por compresión cerebral. Resultados obtenidos por la trepanación tardía”, el mismo que presentó para su ingreso en la Sociedad de Estudios Clínicos de Matanzas el 27 de abril de 1922.
Cuenta Trelles el caso de un paciente de 38 años de edad, masculino, negro, procedente del hospital de Colón y que ingresó en el Hospital Civil el 10 de noviembre de 1921, “/.../ siete meses después de haber recibido dos machetazos en el cráneo /.../ ”. ( 2 )
De una forma muy detallada y precisa expone los datos clínicos del paciente, que se presentó con una hemiplejia izquierda post-traumática, hiperreflexia, babiski y clonus del pie y la rótula ipsolateral, así como “hiposensibilidad al calor en el lado enfermo” (2). Tenía, además, una paresia facial central que narra como “/.../ parálisis facial del lado izquierdo sin parálisis del orbicular de los párpados. Al tratar de silbar no puede, y fluye la saliva por la comisura paralítica, hay ligera desviación de la comisura labial que se acentúa a la risa /.../ .” ( 2 )
Detalla también las dos cicatrices del cuero cabelludo, dándole mayor importancia a la ubicada en la región parietal derecha, de unos cuatro centímetros de longitud y con una fractura del hueso subyacente con ligero hundimiento óseo.
Este tipo de lesión, muy frecuente en nuestra práctica neuroquirúrgica diaria, parece corresponderse con una fractura deprimida de la bóveda craneana a nivel parietal derecho con evidente criterio de cirugía inmediata por la implicación neurológica que está ocasionando en el hemicuerpo contralateral.
Acertadamente expresa su diagnóstico como una ”/.../ hemiplejia cruzada izquierda con contractura de origen traumático, por compresión de la zona rolándica sensitivo-motora del lado derecho, acusándose cierto grado de degeneración del fascículo piramidal /.../“ ( 2 ) y describe la intervención quirúrgica como si hubiese sido realizada ayer mismo en nuestro hospital y no 80 años atrás.
“Practicamos un ancho colgajo en la piel de la región temporo-parietal, el cual avanza hacia delante hasta muy cerca de la sutura coronal y en su parte posterior hasta dos traveses de dedos detrás de la línea mastoidea /.../. Se libera la piel y la aponeurosis hacia abajo /.../. Disecada ampliamente la piel y los demás tejidos, practicamos un corte del periostio a 2 cm de la incisión cutánea y con legra la desprendemos hacia abajo, así como desinsertamos la parte superior del músculo temporal. A nivel del traumatismo notamos en el hueso parietal y en su parte antero-inferior una fractura lineal como de 4 cm /.../. Hicimos un primer agujero de trépano a 1,5 cm por detrás y arriba de la fractura; este agujero coincide con la extremidad inferior de la línea rolándica, cuya topografía habíamos fijado cuidadosamente antes de la operación, /.../ acto continuo practicamos otra apertura de trépano por delante y abajo del foco de fractura, como a 1 cm de ésta /.../. Con una sonda acanalada decolé la duramadre /.../ y ataqué enseguida con martillo y cincel el puente óseo que separaba el orificio de trépano superior del foco de fractura. Hice lo mismo con el labio inferior y quedó establecido un ancho orificio que comunicaba ampliamente los dos agujeros de trépano. Agrandamos con el propio cincel la brecha ósea hasta que todo vestigio de fractura hubo desaparecido, regularizamos, en fin, con la pinza de huesos, los bordes de la pérdida de sustancia ósea y entonces es que examinamos las meninges subyacentes /.../ “
( 2 ).
Excepto el uso de cincel y martillo, todo lo demás recuerda un informe operatorio contemporáneo, y continúa el Dr. Trelles:
“ /.../ Abrí la duramadre y un objeto duro tropezó con la pinza de disección, hicimos presa en él y extrajimos una pequeña esquirla ósea que se hallaba debajo de la dura y en contacto con la masa encefálica, seguí mis pesquisas y otra esquirla como de 1 cm de longitud fue extraída /.../ ”. ( 2 )
De esta forma Trelles relata una esquirlectomía por una fractura deprimida penetrante con poca diferencia a lo que se hace actualmente. Finalmente describe “/.../ la masa encefálica, cuyos latidos no se apreciaban a través de la coraza que le formaba la duramadre comenzó a latir con movimientos bien rítmicos. Suturé a medias la dura, ya que sus labios no llegaban a contactar en algunos lugares, pusimos un tubo de drenaje en el foco de trepanación, suturamos el periostio y después de ligar los vasos pinzados hicimos la sutura de piel” . ( 2 )
La operación fue realizada en el Hospital Civil el 19 de noviembre de 1921 y además del Dr. Trelles participaron los Dres. Villa, Cuní y Rodríguez Dubrocá. El paciente requirió otra intervención quirúrgica por una sepsis de la herida, pero finalmente egresó mejorado.
Realmente nos sorprendió la forma tan particular de exponer el caso, sus características clínicas pormenorizadas, el relato de la intervención quirúrgica con todos los detalles, y fundamentalmente las conclusiones certeras y útiles para cualquier médico de entonces como de ahora:
“Este caso clínico que presentamos es justificable de múltiples reflexiones y sus enseñanzas son grandes, desde el punto de vista de sus resultados, demostrándonos de manera efectiva que en las lesiones traumáticas del cráneo con síntomas de compresión encefálica y lesiones al parecer degenerativas de los elementos nerviosos, la intervención quirúrgica está indicada de manera precisa y sistemática”.( 2 )
Esta primera publicación encontrada en nuestro estudio sobre una cirugía del SNC, realizada en el año 1921 en Matanzas y por médicos locales, es una evidencia franca de que en la Atenas de Cuba el desarrollo de las Ciencias Médicas desde principios del siglo XX era tan prolífico como el esplendor que reinaba en las letras, la poesía, el teatro, la música, en fin, en la resplandeciente vida cultural matancera de aquella época.

“1925. Un neurocirujano en Matanzas”

En conversación testimonial con el Profesor-Doctor Julio Font Tió, conocí que en 1925 había venido a Matanzas un neurocirujano procedente de la ciudad de New York el cual, entre otras actividades, había operado a su abuela Leopoldina Tió de Font, esposa del célebre Dr. Antonio Font Cuesta por una neuralgia del trigémino, intervención quirúrgica donde además participó el Dr. Luis Tapia y Dávila.
Este testimonio me llevó a investigar sobre esta personalidad nombrada William Sharpe, quien estuvo en Matanzas en los meses de agosto y diciembre de 1925. En comunicación establecida con el Dr. Norman Horwitz, profesor de Neurocirugía del Centro Médico “The George Washington University” y encargado de la Sección de Historia de la Revista “Neurosurgery”, supimos que el Dr. Sharpe fue el primer presidente de la Asociación Médica Panamericana (AMP) y un ferviente luchador por la integridad médica entre todos los países de América.
El Dr. William Sharpe nació en 1882 y se graduó de médico en la Escuela de Medicina “Johns Hopkins”. Fue residente del Servicio de Neurocirugía del Dr. Harvey Cushing (1869- 1939), quien fuera la más grande figura de la Neurocirugía mundial en las primeras cuatro décadas del siglo XX. El Dr. Sharpe estuvo con él entre los años 1911- 1912 y se convirtió en uno de los primeros neurocirujanos de la ciudad de New York. En 1952 publicó su autobiografía, la cual nos fue enviada por el Profesor Horwitz.
La primera visita del Dr. Sharpe a Matanzas fue en agosto de 1925 (Anexo 3) y MÉDICA publicó íntegramente su conferencia “Recientes progresos en el campo de la cirugía del sistema nervioso”, una excelente exposición que evidencia la profundidad de sus conocimientos y la forma tan didáctica de trasmitirlos. En la misma expuso la importancia que para los neurocirujanos tienen los rayos X, la anestesia adecuada y la necesidad de un exacto conocimiento de la anatomía y fisiología del SNC:
“ /.../ Anteriormente, si el cirujano sabía algo de Neurología, era poco, y lo mismo pasaba con el neurólogo con respecto a la cirugía. Hoy se requiere del cirujano que tenga por lo menos un conocimiento práctico de los principios que dominan la anatomía y fisiología del sistema nervioso, como también estar versado en la anatomía patológica del mismo. Muchos errores pueden ser así evitados, y en el caso de que no haya sido posible mejorar la situación del enfermo con la intervención, en cambio, no se ha empeorado ésta, lo que debe evitarse a toda costa /.../ “. ( 3 )
Esta afirmación nos pareció muy acertada, y a lo largo de su conferencia pudimos apreciar la importancia que desde entonces se le concedía también a las necropsias como forma de retroalimentar conocimientos. Se refirió además al diagnóstico y tratamiento de los tumores cerebrales y medulares, la etiología de los abscesos cerebrales y su conducta, la hidrocefalia, los traumatismos del plexo braquial en los recién nacidos, las fracturas de la columna vertebral, etc.
Prometió una próxima visita para discutir nuevos temas de Neurocirugía con los colegas matanceros, y así lo hizo.
En el Volumen 5 Número 10, de octubre de 1925, MÉDICA publica la carta que el Dr. Sharpe hizo al Dr. Antonio Font Tió con fecha 3 de noviembre 1925 y donde le informa sobre la creación de la Sociedad Panamericana en los Estados Unidos, la cual preside, así como su interés en realizar una visita formal a Cuba, para integrar una Asociación similar en nuestro país, solicitándole su opinión sobre la misma, su ayuda y colaboración.
Adjunta los objetivos de la Sociedad y reafirma su próxima visita con una primera escala en La Habana, para después pasar la “noche buena“ en Matanzas. Finaliza su carta muy amablemente, evidenciando su afecto hacia los médicos matanceros y especialmente al Dr. Font:
“/.../ Tenga la bondad de dar mis recuerdos a todos mis amigos de Matanzas y le aseguro que me parecerá que “regreso a casa” cuando visite su ciudad durante la mejor estación del año /.../. Le incluyo dos reportes de mis viajes a Sur América y México y espero hacer un detallado apunte de mi próximo viaje a Cuba este invierno /.../” .(4)

MÉDICA le publica sus “Impresiones Médicas de la América del Sur“, que ya había aparecido en “La semana Médica” en Buenos Aires en marzo de 1922 y en “New York Medical Journal and Record“ en diciembre de 1921. En el mismo detalla su visita a Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile, expresando su admiración por el trabajo quirúrgico que se realizaba en estos hospitales, así como la dedicación y profesionalidad de sus médicos.
También aparece entre las páginas 185-188 del Volumen 5 Número 10 el trabajo del Dr. Sharpe “Impresiones Médicas de la Ciudad de México”, anteriormente presentado por el “New York Medical Journal and Record” el 21 de mayo de 1924 y donde patentiza su criterio de lo importante que resulta para médicos y enfermeros la creación de organizaciones que permitan la unificación de los profesionales de la Medicina de toda América, dando muestras de solidaridad y cooperación. En el penúltimo párrafo expresa:
“/.../ La profesión médica, no sólo en la Ciudad de México, sino también de toda la república, se ha llegado a convencer más y más de la necesidad y gran valor de una cooperación más íntima entre la profesión, y así producir una organización mejor adaptada a las necesidades de las varias comunidades y de la profesión misma /.../ “.(5)
En diciembre de 1925 William Sharpe regresa a Cuba. “El Imparcial“ anunció a través del artículo “De médico para médicos“ que “/.../ el próximo domingo día 27 habrá una conferencia extraordinaria en el local de la policlínica nacional Calzada del Cerro # 551, de la que es director el Dr. Nicolás Gómez de Rosas /.../ por el afamado cirujano Dr. William Sharpe, cirujano del sistema nervioso central del “New York Policlinic”, profesor de dicha institución y presidente de la Sociedad Médica Panamericana, que celebrará una conferencia en español: “Diagnóstico y tratamiento de la hidrocefalia “. (6)
El lunes 28 de diciembre de 1925 el mismo periódico “El Imparcial“ anunció: “Los médicos matanceros ofrecerán al Dr. Sharpe un homenaje de admiración”. El periódico reflejó que los médicos de la ciudad organizarían una comida en honor al cirujano en el hotel Velasco y luego recibirían una conferencia impartida por él en el Liceo sobre “La anatomía patológica y el tratamiento de las lesiones traumáticas crónicas del cerebro“. Señala la prensa que el martes 29 de diciembre de 1925 “(...) a las 9.00 a.m. asistirá a la Colonia Española a una operación y posteriormente ofrecerá otra conferencia en la mansión del Dr. Armando Estorino sobre “Tratamiento operatorio de las hidrocefalias”. (7)
Ambos trabajos fueron publicados en MÉDICA, Volumen 5, Número 12, es decir, en el propio mes de diciembre de 1925 y dan fe del interés y la preparación de los galenos matanceros por la cirugía del SNC, así como la prontitud de MÉDICA en la exposición de trabajos y conferencias. (Anexo 4)
El último trabajo de este cirujano, que se encargó de difundir la Neurocirugía en Matanzas, apareció en el Volumen 12 de 1926. Sobre esta ciudad que tanto amó dijo:
“/.../ Pocas poblaciones poseen el encanto natural y los pintorescos alrededores de este tranquilo pero activo centro de 63 000 almas, situado en la costa septentrional de Cuba, a dos horas solamente de La Habana. La antigua arquitectura española predomina en la casas, así como en los edificios de los hospitales. En sus afueras se encuentran sitios llenos de hermosura. Hacia el sur queda Monserratte, con la Cumbre a un lado de la bahía y las Cuevas de Bellamar al otro lado /.../ “. (8)
En este mismo trabajo, que no es más que las estampas de su viaje a Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico en el invierno de 1925-1926, señala la realización de dos intervenciones quirúrgicas en nuestra ciudad, una de ellas a un enfermo con neuralgia trigeminal al que seccionó el ganglio de gasser y la otra a un niño con hidrocefalia externa por una hemorragia intracraneal del recién nacido.
Cita entre los médicos más prestigiosos de la ciudad los nombres de los Dres. Armando Estorino, Federico Escoto, Antonio Font Tió, Oscar Forest, Miguel A. Beato y Luis Tapia, entre otros, “ /.../ todos los cuales hacen excelente labor de medicina moderna /.../ ” ( 8 ), según sus propias palabras.
La visita del Dr. William Sharpe a nuestra ciudad representó un suceso para las Ciencias Médicas de la provincia y en especial para las Ciencias Neurológicas, no sólo por las enseñanzas que dejó a través de sus conferencias, publicaciones e intervenciones quirúrgicas, sino también porque fue un paso de avance en la integración médica panamericana. El Dr. Sharpe, además de ser un prestigioso cirujano del SNC, era desde el mismo año 1925 el primer presidente de la Asociación Médica Panaméricana, la cual no sólo se creó en New York sino que se expandió por Filadelfia, Richmond, Miami, Rochester, San Francisco, así como por las Antillas y América Central y del Sur, excepto en Bolivia y Paraguay.
Supimos por su autobiografía que la Sociedad logró tener una revista en español, La Revista Médica Panamericana, que apareció por vez primera en agosto de 1926 y que se mantuvo con una frecuencia mensual.
En el Vol. 8 Número 12 de 1928 MÉDICA anunció el Congreso de la Asociación Médica Panamericana en La Habana, donde participó el Dr. Sharpe. Este evento tuvo lugar entre el 28 de diciembre de 1928 y el 4 de enero de 1929 en la Academia de Ciencias.
En su autobiografía el Dr. Sharpe señaló que en nuestro país en 1928, el que entonces era presidente de Cuba, Gerardo Machado, condecoró a la organización médica internacional presidida por este cirujano que visitó Matanzas en dos ocasiones, con la Orden Carlos J. Finlay.
Sin dudas, el Dr. Sharpe fue un apasionado luchador por la integración de los médicos de América y en su segunda visita a Cuba, además de ofrecer sus conocimientos y amistad, dejó escritas las huellas que nuestra provincia le había dejado. Sobre su recorrido por Varadero dijo:
“/.../ de todas las playas de mar que hay en el mundo quizás la que ofrece más alicientes durante la temporada invernal se encuentra en Cárdenas, formada por millas enteras de hermosísima arena blanca, en la cual abundan primorosas conchas marinas, orlado de pródiga vegetación tropical de palmas, y que desciende gradualmente hacia el mar en medio de un panorama inolvidable “ .(8)

CONCLUSIONES

La trepanación del cráneo es el más antiguo de los procederes quirúrgicos que se conoce.
En nuestra provincia, la Neurocirugía existe como servicio especializado desde hace 30 años y fue creado por el Dr. Ariel Nodarse Tapanes, quien lo ha hecho nacer, crecer y desarrollarse.
En el año 1921 vio la luz la revista MÉDICA de Matanzas, la cual aunque no fue la primera publicación periódica especializada en medicina de la provincia, pues el Boletín Clínico dirigido por Alejandro Méndez Acevol se había editado en Cárdenas entre los años 1892 y 1893, sí fue la que hasta donde conocemos, hizo el primer reporte sobre algún proceder neuroquirúrgico practicado en la ciudad. En aquel entonces y hasta los años 70 los cirujanos generales afrontaron dignamente los avatares de la especialidad, y nombres como Jorge A. Trelles, Luis Tapia y Dávila, José A. Rodríguez Dubrocá, Antonio Font Tió y Oscar Forest, entre otros, se repiten una y otra vez en los años 20 y 30.
MÉDICA es, sin dudas, una escuela para los jóvenes galenos de nuestra ciudad. La redacción, la profundidad de los trabajos, la anécdota necesaria, los artículos sobre relevantes personalidades, la posibilidad de conocer sobre el quehacer del primer presidente de la Asociación Médica Panaméricana, quien nos visitó en dos ocasiones y además era neurocirujano, las convocatorias para concursos, premios, congresos, las muestras de humor y viñetas satíricas, las caricaturas, entre otras secciones, nos enorgullecen de nuestros maestros y nos retan en este afán nuestro de querer atrapar la historia para poder crecer sobre una cimiente segura.

Anexo 1. Muestra de una portada de MÉDICA en su primer período de publicación. 1921-1930.

 

Anexo 2. Caricatura hecha por Acosta al Dr. Jorge A. Trelles, cirujano autor del trabajo: “Hemiplejía traumática por compresión cerebral. Resultados obtenidos por la trepanación tardía “ . MÉDICA 1923; 3(12).

 

 

Anexo 3. Caricatura que Oskar hiciera al Dr. Sharpe mientras operaba en la Colonia Española. Matanzas. Agosto de 1925. MÉDICA 1925; 5( 8).

 

Anexo 4. Caricatura que Oskar dedicara al Dr. Sharpe. MÉDICA 1925; 5(8)

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Dr. Mario E. Dihigo y Llanos.Profesión de fe. MÉDICA 1921; 1(1): 1
  2. Dr. Jorge A. Trelles. Hemiplejia traumática por compresión cerebral. Resultados obtenidos por la trepanación tardía. MÉDICA 1922; 2(5): 105-12.
  3. Dr. William Sharpe. Recientes progresos en el campo de la cirugía del sistema nervioso. MÉDICA 1925; 5( 8): 131-9.
  4. Dr. William Sharpe. Carta del Presidente de la Pan american Medical Society . MÉDICA 1925; 5(10).
  5. Dr. William Sharpe. Impresiones Médicas de la Ciudad de México. MÉDICA 1925; 5(10): 185-8.
  6. De médico para médicos. El Imparcial 26 de diciembre 1925. No. 204. Columna 4 p. 1.
  7. Los médicos matanceros ofrecerán al Dr. Sharpe un homenaje de admiración. El Imparcial. 1925, diciembre, 28.No. 295. Columnas 3 y 4 p. 1.
  8. Dr. William Sharpe. Impresiones Médicas de las Antillas. MÉDICA 1926; 6(8): 125 - 33.

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

  • Black Peter McL. Harvey Cushing at the Peter Bent Brigham Hospital . Neurosurgery 1999; 45(5): 990-1001.
  • Long Donling M. Harvey Cushing at Johns Hopkins . Neurosurgery 1999; 45(5): 983- 9.
  • Sanam A, Haines Stephen J . Repairing holes in the head: A history of cranioplasty”. Neurosurgery 1997; 40(3): 588 - 603.
  • Sharpe W. Brain surgeon. The autobiography of William Sharpe. New York: The Viking Press ; 1952.
SUMMARY

Neurosurgery is one of the oldest medical specialties. The first report we have found about a neurosurgery intervention performed in Matanzas by local surgeons, appeared in MEDICA, Matanzas Medicine and Surgery Magazine, in 1922. It is a Dr. Jorge A. Trelles's work, and in it, he exposed, didactically, the details and characteristics of the surgery carried out, in the Civil Hospital , to a patient with a cranial depressed fracture on November 19 th , 1921. His impressions and points of view are showed in our work. MEDICA was the main exponent of the professional work of those times surgeons, fundamentally in its first publication period, from 1921 to 1930. It integrally reflected, among other activities related with Neurological Sciences, the visit of Dr. William Sharpe, a neurosurgeon from New York City , who visited Matanzas in August-December 1925. He showed authentic signs of solidarity and support to the development of Cuban medicine, through lectures, publications, letters and surgery interventions. It was an important event related with the development of the Central Nervous System Surgery during this period. With this work we try to approximate to the history of Neurosurgery in Matanzas , convinced of that our roots are an indispensable guaranty in our way to the future.

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